Para muchas mamás ha sido muy exhausto el tener que salir trabajar o realizar home office, cuidar niños, realizar las labores del hogar, atender a la familia, a Juan, Paco, Pedro, Anita y el perro y todavía tener que fungir como profesora de tu crío!
Bueno pues vamos a platicar de lo que ha significado para muchos estos grandes retos de ser mujeres multitareas, claro sin dejar de lado a los papás que también lo han sido y que en mi caso siempre que mi paciencia se agotaba mi esposo era el que entraba al quite salvando a mi hijo de ser regañado por su histérica madre, tratando de ayudar a tomar un respiro no solo para mi sino para mi crío que el pobre estoy segura extrañó mucho más la escuela y a su maestra.
Yo en particular reconozco las labores docentes, mi madre al igual que varios de mis tíos, primos y amistades cercanas pertenecen a este bonito sector y siempre les he admirado su vocación, ya que para uno no es fácil lidiar con 1 a 4 hijos que son los que actualmente hay en la mayoría de los hogares, pero igual sé que muchos de nosotros no le reconocemos al gremio magisterial su labor docente, muchos papás siempre se quejan del maestro, que tanto puede hacer ese/a pobre ingrato o ingrata en un aula, tan fácil pues enseñar a colorear, pintar, el ABC, 1,2,3, jugar con tus niños en el caso de los chiquitos y en el caso de los más grandes pues ponerlos a transcribir para que les duelan sus manitas díganme si no muchos nos hemos quejado de eso, entre otras muchas cosas sencillas que pensamos que ellos hacen pero siempre pensando que todo lo que ellos hacen es súper fácil.
Y nunca nos hemos habíamos puesto a pensar que ellos tienen ese magnifico don de lidiar hasta con 45 chamacos en un aula imagínense, tú en tu casa si Pedrito te hace un berrinche, te tira la sopa, no recoge su ropa sucia, deja tirados los juguetes y se reúsa a realizar su tarea, al mismo tiempo que María esta llore y llore porque quiere bibi, no alcanza su chupón, y Juanito ya le cambio a las caricaturas que tenías en la TV para que la pobre de María estuviera tranquila; estás que truenas pero bueno respiras y platicas con él, tratas de motivarlo, le adviertes, lo regañas o castigas y por ultimo tienes el poder de sacar la famosa chancla que hoy en día no está bien vista pero en casos especiales es necesaria y solucionas el problema; pero ellos los maestros no pueden aplicar eso y menos con 45 chamacos que en ocasiones se lucen y cada uno hace su desorden al mismo tiempo, ellos deben lograr hacer que tu Juanito, Jaimito, Pedrito, Anita, Marianita, Paulita etc. Logren tener interés por la escuela, en cada una de las materias a pesar de que cada niño pueda traer consigo mil problemáticas arrastrando desde casa.
Ahora muchos dirán claro pues ellos para eso estudiaron, efectivamente ellos dedicaron su universidad y muchos su maestría para aprender técnicas que favorezcan al aprendizaje de nuestros hijos y lo han hecho con amor y mucha vocación, hoy más que nunca pienso eso pues se necesita amar lo que haces para realizar las cosas con esa entrega, y tratar a los niños con amor y mucho respeto, y no solo a ellos hasta a nosotros los papás.
Bendita cuarentena de COVID-19 nos has dejado un raro sabor de boca pues al principio parecía algo amarga la experiencia y hoy hasta le encontramos el gusto, en casa valoramos aún más a los maestros pero en especial reconozco el poder de adaptación familiar que logramos, hoy aplaudo que desde casa pudimos ayudar a avanzar aún más a nuestro hijo, en particular aprendí a ser más paciente, le enseñamos a mi hijo que no es fácil hacer opiniones sobre algo que se desconoce y que se puede llegar a ser alguien que ni idea tenías que podías ser.
*Historia de una de muchas mamás que sale a trabajar.
Autora: R.M.